En Genalguacil, la tierra fecunda nos regala la uva, fruto sagrado, que con amor se cultiva y se cuida para dar un vino rico y aromado. La viña crece fuerte y vigorosa bajo el sol ardiente de Andalucía, y cuando llega el tiempo de la cosecha se vive una fiesta de algarabía. La vendimia es un rito ancestral que se celebra con gran alegría, los racimos se cortan con destreza y se depositan en cestas vacías. Luego se lleva la uva al lagar y se pisa con amor y emoción, los aromas del mosto llenan el aire y se respira la esencia de su olor. La fermentación comienza su proceso y el mosto se transforma en vino, se guarda en barricas de roble español para que adquiera su sabor divino. En Genalguacil, el cultivo de la viña es una tradición que se vive con pasión, un legado que se transmite de generación en generación para que el vino sea un tesoro de la región. |
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